Francisco Almodóvar es abogado especializado en la salud, ayuda a personas en temas como negligencias médicas y daños por medicamentos entre otras cosas.
Estudió un año de historia en la Universidad de Alcalá de Henares pero pronto se dio cuenta que esa no era su profesión, por eso, cambió de carrera y estudió abogacía en la Universidad Complutense de Madrid. Siguió formándose en Aliter en la Escuela Internacional de Negocios donde hizo un Master de Derecho de las Nuevas tecnologías y de las telecomunicaciones. Más tarde continuó con su aprendizaje en derecho farmacéutico en el European Pharmaceutical Law Group, donde trabajó 5 años en el departamento de protección de datos.
A lo largo de su vida ha fundado la Asociación Internacional de Afectados por Medicamentos y productos Sanitarios, además de ser socio fundador del Bufete RAM y Bufete Almodóvar&Jara.
En el 2005 publicó el libro «El dato personal terapéutico» que cuenta el uso de las nuevas tecnologías en salud y la proyección de los datos personales. Actualmente es profesor del Máster de responsabilidad civil extracontractual en la Universidad Rey Juan Carlos I y profesor en Máster en Salud Geoambiental del Instituto de Salud Geoambiental.
En esta profesión no hay nada monótono.
«Lo que más disfruto ejerciendo de abogado es la variedad de los casos, cada uno tiene sus matices y sus detalles. Nunca tienes dos casos iguales lo que es emocionante en algunos momentos por la adrenalina que te produce «. Tanto a nivel personal como profesional supone un gran sacrificio y esfuerzo de tiempo ya sé por los cambios eventuales de la normativa o en algunos casos la complejidad de ellos.
La impresión de ser abogado
«La imagen no es buena, piensan que solo les interesan es el dinero, cuando es todo lo contrario». La percepción social en su mayoría tiene una imagen errónea de lo que se supone de ser abogado. Es una profesión como cualquier otra, donde se dedica tiempo y esfuerzo para trasmitir seguridad y confianza a la persona que contrata los servicios.
El control de la emociones
La salud emocional en su mayoría es compleja. Pero ¿Cómo lidia un abogado en el día a día? Francisco nos cuenta que le supuso un gran esfuerzo encontrar un equilibrio emocional, ya que inconscientemente terminaba pensando en el caso que tenía lo que suponía un estrés, se intensificaba más esas emociones cuando se acercaba el proceso final del juicio.
Aprendió poco a poco a liberar sus pensamientos a través de hobbies que tiene como el deporte o la pintura.
Servicios que ofrece
Normalmente trata con ciudadanos que han sufrido una negligencia médica o daños por un medicamento y productos sanitarios. Pero también ayuda a empresas con temas de sanciones administrativas o asuntos penales y/o sociales.
El servicio más demandado que tiene es la asistencia legal y médico/ farmacéutico legal.
¿Cómo consigue clientes?
Trabaja con un Miguel Jarra periodista freelance, es escritor. Además participa en programas de radio y televisión, redes sociales en Linkedin y Twitter.
Las experiencias son un aprendizaje
Las dificultades en el mundo de la abogacía suelen ser constantes ya sea por cambio de fechas, sorpresas, falta de documentos, temas económicos, etc. Con el paso de los años estos problemas se van minimizando porque vas adquiriendo experiencia, por lo que pensar en positivo es uno de los factores importantes para afrontar estos inconvenientes.
Las experiencias que más satisfacción le producen son:
- Salir de un juicio que duró varios días
- Cuando te comunican una sentencia favorable
- Cuando un cliente te da las gracias por tu trabajo.
Anécdota
Una anécdota interesante que nos cuenta Francisco, es que hoy en día es común recibir llamadas de jueces o altos cargos de la industria farmacéutica por problemas con medicamentos, algo que no pasaba hace 10 años. Lo que sorprende es el cambio que se ha producido a lo largo de esta década.
Modelo a seguir.
Uno de los modelos a seguir de Francisco fue el abogado D. Manuel Amarilla que fue su maestro, también abogados estadounidenses, sobre todo, aquellos que pueden aportarle información y estrategias para implementarlas en su trabajo.
Para acabar Francisco Almodóvar nos recomienda a Ángel Pisabarro de Lucas abogado especialista en temas penales y sociales.